Tesorillo

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TESORILLO HISPANO-MUSULMÁN DE OCULTACIÓN HALLADO EN PEÑALOSA
(FUENTE-TÓJAR, CÓRDOBA)   


(Fernando Leiva Briones, Cronista Oficial de Fuente-Tójar)

INTRODUCCIÓN

Lám. 1

       Por más que quiero, no dejan de afluir a mi mente pretéritas historias metamorfoseadas narradas por mi abuelo paterno acerca de “cuando los moros andaron por aquí”, v.g., los cuentos de “La gallina encantada y sus polluelos de oro”, “Los tesoros ocultos por los moros y las llaves que se llevaron de sus casas”... Mi  venerable antepasado se refería a las joyas, caudales y otras ocultaciones sepultados por los mahometanos en torno o en los cerros de El Tesorillo y en el de Las Cabezas y que por diversos motivos, antaño, según me contaba, los lugareños se encontraron y de cuyas apariciones se hicieron eco generación tras generación, tal fue su caso o, mejor dicho, el de ambos. La verdad es que nada me indujo a sospechar de una presencia musulmana más o menos duradera en dichos lugares, ya que hasta el momento no existían vestigios materiales suficientes que diesen crédito a ello (1). Todo lo contrario ocurre en la villa (2), en Fuente-Tójar (3), (lám.1). No obstante, algo de cierto tenían aquellos decires de los tesoros secretados, y es precisamente uno de éstos – no ficticio, sino real- el que traemos a colación: un tesoro aparecido en un lugar muy concreto y significativo, en el Cortijo de Peñalosa (4).






LUGAR DEL HALLAZGO

Lám. 2. Cortijo de Peñalosa

  El citado cortijo se ubica a Sudeste del Cerro de Las Cabezas, junto al camino que, partiendo de Fuente-Tójar, circunda al Cerro en dirección a la aldea de  La Cubertilla. El topónimo le viene dado debido a un gran peñasco que hay al Norte de la vivienda formando parte de sus paredes (lám. 2). La casa, de construcción moderna, es una de las muchas dispersas en la zona adscritas a la mencionada aldea de la que dista seiscientos metros. Es de buena fábrica, con dos niveles de varias estancias y elementos decorativos en sus alacenas y armarios empotrados. Los tejados se disponen a dos aguas con el entramado de vigas a manera de “pie de tijera”. Posee patio interior, pajar, establos, zahurdas y otras dependencias destinadas a las aves de corral. Al igual que el resto de los cortijos, se encuentra rodeado de fértiles tierras con profundos suelos generosos para el olivar (árbol predominante). Son campos en donde antaño se cultivaron cereales, leguminosas, viñedos, almendros y lino. Al Norte, a un kilómetro, se localiza un manantial de agua medicinal conocido como  La Fuente de  La Cubertilla.  Actualmente el edificio está abandonado y en parte derruido, pero, a juzgar por los restos líticos y cerámicos presentes, estimamos que el hombre habitó el paraje, como mínimo, desde los primeros siglos de nuestra Era hasta fines de los años sesenta del pasado siglo, detalles éstos cuyo estudio escapan al propósito de este trabajo, no así el periodo musulmán español del que no quisiéramos pasar por alto los avatares más significativos, al menos en los tiempos del Califato, etapa ésta coincidente cronológicamente con las fechas de las monedas.

BREVE HISTORIA DE LA ÉPOCA

Los preludios de la conquista de Hispania por los musulmanes tienen lugar en julio de 710 (91 H) cuando los primeros 400 muslimes, con Tarif Abú Zara a la cabeza, ponen pie en Andalucía para inspeccionar sus costas. Meses más tarde, el 28 de abril de 711 (92 H), lo hicieron otros 12.000 comandados por Táriq ben Ziyád y en agosto de 712 (93 H) desembarcó Musa con 18.000 más. En total llegaron 30.000 musulmanes, a los que con el tiempo se les unirían 12.000 guerreros sirios y una cifra indeterminada de esclavos negros y mercenarios eslavos. El contingente musulmán lo componían, en número escaso, los árabes qaysíes de Arabia, Siria y Mesopotamia, que desempeñaron los cargos civiles, militares y religiosos más relevantes de la administración cordobesa y se asignaron las mejores tierras. Constituyeron la casta noble. Junto a ellos vinieron los yemeníes, los jordanos, los palestinos y los egipcios. Los mayores enemigos de esas gentes fueron los bereberes que, además de serlos en mayor cuantía, fueron los más conflictivos como ya lo demostraron desde el comienzo de la conquista: no se resignaron con el reparto de puestos en  la Administración ni de tierras, pues les tocaron las peores y en los sitios más inhóspitos. Sin embargo, el escaso número de “moros” llegados no significó un cambio profundo en la raza hispana, que ascendía a cuatro millones de habitantes, sí en el aspecto étnico: cultural, religioso y, más que nada, en el administrativo, puesto que hasta entonces el sistema de gobierno visigodo no era más que una adaptación del romano. Ahora comienza la verdadera Edad Media en España. En  716, a la muerte de Abd a-Aziz, hijo de Musa, puede darse por finalizada la conquista de España (5).

Transcurridos 200 años, y después que el emir omeya ABD ALLÁH mandase asesinar a sus hijos y hermanos por temer una conjura, nombró a su nieto ABD AL-RAHMÁN III  como sucesor. Corría el 300 H. (912 d. C.).
El comienzo del mandato del que sería el primer Califa estuvo envuelto en una rebelión de carácter social (882-928 d. C.) protagonizada por muladíes y mozárabes desde Bobastro con Umar ben Hafsún a la cabeza (6). Pero ni esos sucesos, ni las derrotas causadas por los cristianos, ni los enfrentamientos contra los fatimíes del N. de África, ni la ejecución de su hijo Abd Alláh al-Zayd (por haber conspirado contra él) fueron obstáculos para que  la Historia le recuerde como uno de los más grandes dirigentes hispanos, puesto que con el tiempo supo rehacerse con creces de los mismos: en 316 H. (928 d. C.) se proclamó Califa, título al que añadió los de Amir al-mu´minin y al-Nasir li-din Alláh; en 929 se acuñan las primeras monedas de oro puro gracias al contacto con las rutas caravaneras del Sudán y a los impuestos andalusíes creando una importante clase media. En 937 comenzó las obras de Madinat al-Zahra, donde se trasladaría en 945, año que erige el alminar mayor de  la Mezquita después de derribar el de Hisám I. Contó con un harén de 6.300 mujeres y 13.750 eslavos en su ejército. Murió a los 73 años, el 2 del mes del ramadán de 350 H (15 de octubre de 961), sucediéndole su hijo Abú al-Mutarrif AL-HÁKAM II a la edad de 45 años con el título de al-Mustansir Billáh y que, al igual que su antecesor, basó su poderío despótico en la prosperidad económica de sus súbditos y en la fortaleza de su ejército. Con al-Hákam llegó a la cima el poder musulmán en al-Ándalus. En su tiempo alcanzó gran desarrollo la jurisprudencia mermando el pensamiento jurídico del Islam defendido por alfaquíes y malequíes, al tiempo que evolucionaron las ciencias matemáticas, la astronomía y las artes iniciadas en el s. VIII, producto de la tradición romano-visigoda con aditamentos orientales y helenísticos.

Nada más ascendido al poder, comenzó las obras de ampliación de  la Mezquita. En 351 H. (962 d. C.) nace su primer hijo, Abd al-Rahmán (de la unión con la rumiyya vasca Subh –Aurora-), que moriría en 359 H (970 d. C.), el mismo año en que ibn Abí Amir (el futuro Almanzor) sería nombrado administrador de bienes del príncipe sucesor, Hisám ibn al-Hákam, nacido en 354 H. Al-Hákam, en cuatro años termina la cúpula del mihrab y el resto de las obras de ampliación, así como la canalización de agua desde  la Sierra hasta las fuentes y algibes cordobesas. En 363 H (974 d. C.) festeja varios hechos: la rendición de los fatimíes, la victoria de sus ejércitos sobre leoneses y navarros y la sanación de Hisám, que había enfermado de viruelas; sin embargo, una grave enfermedad (hemiplejía) obligó al Califa a trasladarse a Córdoba. Murió en 366 (1 de octubre de 976 d. C.) y al día siguiente le sucedió su hijo Hisám cuando aún no contaba doce años. Con su muerte concluye el tributo de las “Cien Doncellas” que los reyes cristianos “los holgazanes” llevaban “pagando” a los emires y califas andalusíes desde hacía unos cien años (7).

HISÁM II ascendió al trono con el título el de al-Muayyad Billáh. El año anterior a la coronación su padre hizo que le prestaran juramento de fidelidad en el Alcázar de Córdoba nombrándole tutores a al-Mushafí y a Abí Amir, quienes recibirían los cargos de hayib y visir, respectivamente, por su lealtad y haber hecho fracasar una intentona de usurpación del trono por parte de al-Mugíra, su tío, en connivencia con Fáiq al-Mizami y Chawdhar, esclavos de al-Hákam. Dos años después hay un nuevo intento, ahora de manos de Chawdhar y el sáhib al-Radd Abd al-Malik ben Mundir, que pretendían llevar al califato a un nieto de Abd al-Rahmán III de nombre Abd al-Rahmán ben Ubayd Alláh. El complot fue descubierto y ajusticiados los encausados.

Desde la llegada al poder, la vida y gobierno de Hisám II no fue más que lo que decidiera su primer ministro, Almanzor.

ALMANZOR (Abú Amir Muhammad ben Abí Amir) vio la luz por primera vez en Algeciras en 328 H. (939 d. C.) en el seno de una familia de la estirpe yemení de los Maafir, gente llegada al comienzo de la conquista de España en 711 (92 H.) al lado de Táriq correspondiéndole en reparto terrenos en Torrox (hay quien afirma que fue aquí donde nació este caudillo). Sus descendientes tomaron el sobrenombre de Banú Abí Amir.

Desde el principio de su vida pública supo consolidarse en el poder mediante la astucia y la crueldad gracias a los bereberes, a los eslavos y a los alfaquíes en contra de la nobleza hispanoárabe. Su experiencia al lado de los omeyas le sirvió para darse cuenta que en épocas de inseguridad la norma debía de prevalecer sobre todo sentimiento de equidad, pero que asegurado el dominio había que prescindir de todo radicalismo: los califas relegaron a un segundo término a los alfaquíes. Sin embargo, una vez afianzado Almanzor en el poder, recurrió al consejo de estos jueces con el fin de anular las medidas liberales adoptadas por los emires y califas: el guardar y divulgar libros opuestos a la doctrina malikí fue la causa de la destrucción en 367 H de  la Biblioteca de Al-Hákam II.

Sin ser de sangre regia, nadie como él reunió tantos títulos ni escaló los puestos más altos del Estado (intendente del príncipe Abd al-Rahmán, jefe de la ceca de al-Ándalus, tesorero, curador de sucesiones, jefe de  la Marca Media , cadí supremo, sáhib  al-madína, dú-l-wizárratayn, hayib, al-mansúr, al-muayyad, sayyid, malik karim y visir), aunque para ello tuviera que eclipsar la imagen del Califa (Hisám II), encarcelar y asesinar a fieles servidores, amigos (al-Mushafí, Djarf y Abú-l-Ahwas), a su suegro Gálib y a su propio hijo, Abd Alláh. Estableció alianzas y contraalianzas con los reyes cristianos desposándose con algunas de sus hijas (con la vasca Abda, hija de Sancho Garcés Abarca, de cuya unión nació Abd al-Rahmán Sanchuelo, y con la hija del rey Ordoño II de León) y, como buen dictador, quiso que su memoria se perpetuara a lo largo de los tiempos construyendo puentes (8) y palacios suntuosos y residenciales (Madinat al-Zahira), ampliando o finalizando obras piadosas y de oración ( la Mezquita de Córdoba y  la Báb al-Mardum - Cristo de  la Luz- de Toledo) y arrasando campos, monasterios y ciudades.

           Este “azote de Dios” hizo su última razia en 392 H (1002 d. C.) falleciendo a la edad de 63 años un 11 de agosto de 1002 en Medinaceli (el presente año se conmemora el milenario del óbito), en cuyo alcázar fue enterrado. Sobre su muerte, las versiones de los cronistas de la época fueron contradictorias. Los cristianos dirían: “En el año 1002 murió Almanzor y fue enterrado en los infiernos”; mientras los musulmanes escribieron sobre su tumba: “Por Alláh, jamás los tiempos traerán otro como él, ni nadie como él defenderá tan bien nuestras fronteras”. Tras su ida dejó un estado enfrentado entre bereberes, eslavos, la nobleza de sangre, los funcionarios, la oligarquía enriquecida por la industria y el comercio y una población servil y esclava que vivía en pésimas condiciones: comenzaba una verdadera guerra civil en Córdoba con resultados funestos para al-Ándalus. Le sucedió su hijo Abú Marwám Abd al-Malik ben Abí Amir con los títulos de hayib, al-Muzaffár y Sayf al-Daula. Éste también tuvo que enfrentarse a una conspiración en 397 H. con el objetivo de derrocar a Hisám II y a él mismo y elevar al rango de califa a Hisám ben Yabbár, nieto de Abd al-Rahmán III. La revuelta fue abortada, el pretendiente encarcelado y el jefe de la rebelión, Isá ben Saíd al-Yahsubí, condenado a muerte. Al-Malik falleció de manera extraña (¿envenenado?) el 4 de octubre de1008. Comenzaba la guerra civil, lucha interna en al-Ándalus protagonizada por bereberes, eslavos y el resto de la población hispanoárabe, los andalusíes, que daría como resultado el periodo de los Reinos de Taifas. Los diferentes walíes encargados de las ciudades, distritos o coras se hacían independientes perdiendo fuerza frente a los cristianos. Eran tiempos de inestabilidad y quienes poseían dinero lo ocultaron con la esperanza de recuperarlo cuando las aguas volvieran a su cauce... Mucha gente jamás lo recogería. Ejemplos los tenemos en el barrio de Cañero, en  la Escuela de Enfermería, en el cortijo de  la Mora de Lucena (9), probablemente en Priego de Córdoba (10) y en Peñalosa, tesorillo que hoy presentamos, infra. A al-Malik le sucedió su hermanastro, Abú-l-Mutarrif Abd al-Rahmán ben Abí Amir, Sanchuelo (o Sanchol), que nada más coger las riendas del poder consiguió que Hisám II le nombrase sucesor designando, a su vez,  hayib a Abd al-Azíz, su propio hijo. Al no estar suficientemente justificada la muerte de Abd al-Malik, su madre promovió el derrocamiento de Mutarrif. A la cabeza se hallaba un nieto de al-Nasir, Muhammad ben Hisám ben Abd al-Yabár, conocido como AL-MAHDÍ o MUHAMMAD II (399 H, primer reinado), quien después de conseguir que Hisám II abdicase en su beneficio persiguió y humilló a los bereberes reduciendo a escombros Madinat al-Zahira. Sanchuelo (que se había ganado la enemistad de la nobleza omeya obligándole a llevar el turbante beréber en las audiencias) se encontraba realizando una incursión contra los cristianos y al enterarse de lo que sucedía volvió a Córdoba, pero fue traicionado por sus tropas y ejecutado por sus enemigos. Muhammad hizo correr el bulo de que los bereberes habían asesinado a Hisám II y proclamado príncipe a AL-RASÍD.  Lo primero no era cierto, sí lo segundo; aunque éste murió al intentar llegar al alcázar. Los berberiscos eligieron como califa a SULAYMÁN, otro nieto de al-Nasir e hijo de una rumiyya de nombre Zabya (la gacela), que con la ayuda del conde de Castilla, Sancho García, derrotaron a Wádih, general de al-Mahdí, cerca de Alcalá de Henares y se dispusieron atacar a Córdoba (agosto de 1009 d. C.), ciudad que Muhammad quiso defender construyendo un foso a su alrededor mientras salía al encuentro, hecho que se produjo en Alcolea. Al-Mahdí fue derrotado y huyó hacia Toledo. Sulaymán, que en adelante firmaría como Sulaymán ben al-Hakám, se proclamó Califa en  la Mezquita con el título de al-Mustaín Billáh. De nuevo estallaba la guerra civil en Córdoba entre los bereberes y la población, por lo que Zawi ibn Zirí, mercenario beréber fiel a Sulaymán, se trasladó con sus efectivos y familiares a Medina al-Zahra. Su reinado duró hasta el 29 de mayo de 1010 d. C., 400 H.

           Las tropas de Wádih y las de sus aliados los francos (los catalanes) vinieron desde la capital del Tajo en dirección a Córdoba enfrentándose con Sulaymán cerca del castillo de El Vacar en 400 H (junio de 1010 d. C.). Al-Mustaín fue derrotado y sus efectivos huyeron hacia el Sur. Llegado Muhammad a Córdoba marchó en persecución del enemigo pero fue vencido cerca de Ronda. A su regreso a Córdoba fue traicionado y asesinado el 23 de julio de 1010  (400 H) por Wádih, que pasó a ser hachib una vez repuesto en el trono al Hisám II (segundo reinado de este infortunado califa). Así, pues, en 400 H. hubo tres califas en al-Ándalus: Sulaymán, que estuvo en el mando durante 196 días; Muhammad II, 76 días, y Hisám II, que lo hizo por espacio de 21 días. Los tres acuñaron moneda en los talleres de al-Ándalus. Sulaymán también lo hizo en los de Medina al-Zahra.

           En 401 H. (1010 d. C.) los beréberes tomaron Medina al-Zahra, bloquearon los caminos de acceso a Córdoba y saquearon los pueblos limítrofes, sobre todo los de  la Campiña principales abastecedores de la capital. El hambre y la miseria imperaban en Córdoba, Wádih solicitó el amán a Sulaymán en nombre del Califa, lo que ocasionó un profundo descontento entre la población, que prefería la muerte antes que caer en manos de los beréberes. Cuando Wádih se disponía a huir de la ciudad cargado con dinero y joyas fue asesinado haciéndose cargo de la defensa el general Wadda, corría el año 402 H (octubre de 1011 d. C.). El 11 de mayo de 1013 (403 H) entró de nuevo Sulaymán con sus beréberes en Córdoba, ciudad que fue saqueada y maltratados y ultrajados sus habitantes incluyendo al propio Califa. Éste abdicó en Sulaymán, que gobernaría por espacio de 3 años, 3 meses y 15 días hasta que fue asesinado por Alí ben Hammud en 1016 d. C. El último Califa fue Abd al-Rahmán V, víctima a comienzos de 1024 sin que hubiesen transcurrido dos meses de su llegada al trono.

NUMISMÁTICA

EL TESORILLO DE PEÑALOSA


Lám. 3. jarra y parte del tesorillo

Las primeras amonedaciones realizadas en España en el siglo VIII d. C. por los walíes de Ifriquiya y de al-Ándalus eran copia de los modelos tradicionales visigodos. En 93 y 95 H. se continuó imprimiendo en oro con escritura latina, al tiempo que se ponía en circulación el sistema trimetálico (bronce, plata, oro) de los califas omeyas de Oriente reemplazando al monometálico godo, si bien a partir de 98 H., y  ya en bilingüe, se sustituyó el apelativo de la ceca Hispania, SPN, por al-Ándalus fabricándose los primeros dirhems en 102 H. (11) siendo Abd al-Rahmán I en 760 d. C. quien estableció la paridad entre el dinar (de  3,892 g ) y el dirhem ( 2,725 g ), diez veces menor que el primero (12). Sin embargo, no sería hasta tiempos de Abd al-Rahmán II cuando se fundase la primera casa de la moneda (al-Ándalus) y se acuñaran los dirhems “mancusos” (13). La ceca estuvo dirigida por Harich ben Abi-l-Shibl y se emplazó en una zona próxima a  la Mezquita , no lejos de  la Puerta de Especieros hoy conocida como Puerta de Sevilla (14). Tras veinticinco años de inactividad (15), esta dar al-sikka se reabriría en noviembre de 316 H. bajo el califato de Abd al-Rahmán III siendo Muhammad ben Hudayr su primer sahib, al que seguirían Yahyá en 320 y Futays en 321. Veinte años después, hacia mitad de 336 H. (947-8 J.C.), la ceca al-Ándalus fue trasladada a la recién construida ciudad de Madinat Al-Zahra, en donde se estuvo acuñando por espacio de una década con un lapsus de dos años, de 343 hasta el 365 H. (975 J.C.), año en que de nuevo se continuaría haciendo moneda en la fábrica al-Ándalus, con la excepción del periodo comprendido entre el 372 y 376 H. Este cambio de ceca en 365 se debió, al parecer, a la progresiva influencia política que el futuro Almanzor iba adquiriendo; aunque el motivo más probable fue el retorno de al-Hákam II desde sus aposentos de Madinat al-Zahra al alcázar de Córdoba por cuestiones de salud, supra. No por ello, en Madinat al-Zahra se troqueló durante 366, 381, 388 y 400 H., este último año ya bajo Sulaymán al-Mustaín, Califa que residía con sus tropas berberiscas  en la ciudad fundada por al-Nasir (16).

           Las 161 monedas que presentamos son parte de un tesorillo compuesto por 1.500 dirhems sacados a la luz en 1996 por la mano clandestina de un expoliador residente en la vecina ciudad de Priego de Córdoba. El sujeto, M.P.C., según noticias llegadas a nosotros, dijo que halló las monedas diseminadas en superficie junto a una fragmentada vasija de barro en el cortijo de Peñalosa. El recipiente y las monedas corrieron diferentes suertes (vide nota nº 18): 38 fueron entregadas con la fragmentada olla, hoy reconstruida (lám. 3), al Museo Histórico Municipal de Priego de Córdoba (17), otras se repartieron o vendieron y el resto (161 monedas) fue intervenido por  la Guardia Civil (SEPRONA) y depositado en el Museo Arqueológico Provincial de Córdoba (18). Son estas últimas (149 en un álbum de 16 hojas y 12 en una bolsa) las que presentamos (19). Para su clasificación hemos tenido en cuenta el nombre del califa reinante, cuándo se fabricaron y la ceca, infra, estableciendo los siguientes grupos: I, monedas andalusíes, 146 dirhems; II, monedas no andalusíes, 3 dirhems; y III, otras monedas, 12 dirhems, que también son andalusíes. El dinero se troqueló durante los gobiernos de Abd al-Rahmán III, al-Hákam II, Hisám II, Muhammad II y Sulaymán en las cecas al-Ándalus y Madinat al-Zahra; aunque también existe el grabado en Marruecos e Irak entre 316 y 320 H. Tanto el existente en el Museo Arqueológico Provincial de Córdoba como en el de Priego faltan las emisiones comprendidas entre el 316 H. y el 320 H. La primera acuñación que disponemos es la de 321 H. Las monedas que estudiamos se hallan en el Museo Arqueológico Provincial de Córdoba, de entre ellas hemos seleccionado 15 (fig. 1). El anverso se señala con una “a, mientras el reverso se muestra con una “b”. En general, el estado de conservación de las monedas es bastante bueno:



Primer grupo.- De Abd al-Rahmán III (300-350 H), de la ceca al-Ándalus: 2 de 321 H, 1 de 326 H, 2 de 330 H, 2 de 331 H, 4 de 332 H, 2 de 333 H, 3 de 334 H, 3 de 335 H y 2 de 336 H; de la ceca de Madinat al-Zahra: 1 de 336 H, 2 de 337 H, 1 de 338 H, 2 de 339, 3 de 340, 1 de 342 H, 1 de 343 H, 1 de 344 H, 2 de 345 H, 2 de 346 H, 1 de 347 H, 1 de 348 H y 1 de 349 H. De al-Hákam II (350-366 H), de la ceca Madinat al-Zahra: 1 de 350 H, 2 de 351 H, 2 de 352 H, 2 de 353 H, 2 de 354 H, 2 de 355 H, 2 de 356 H, 2 de 357 H, 1 de 358 H, 1 de 359 H, 2 de 360 H y 2 de 363 H. De Hisám II (366-399 H, primer reinado), ceca al-Ándalus: 2 de 366 H y 1 de 367 H; de la ceca de Fez: 1 de 377 H; de la ceca al-Ándalus: 2 de 379 H, 1 de 380 H, 1 de 381 H, 2 de 384 H, 2 de 385 H, 2 de 386 H, 2 de 387 H, 2 de 388 H, 2 de 389 H, 2 de 390 H, 2 de 391 H, 3 de 392 H, 2 de 393 H, 2 de 394 H, 2 de 395 H, 3 de 396 H y 3 de 397; de la ceca de Fez: 1 de 397 H y de la ceca al-Ándalus: 2 de 398. De Muhammad II (399-400 H), de la ceca al-Ándalus: 12 de 399 H y 7 de 400 H. De Sulaymán (400-400 H), de la ceca al-Ándalus: 10 de 400 H y del mismo año, 8 de la ceca Madinat al-Zahra. De Hisám II (400-403 H, segundo reinado), de la ceca Al-Ándalus: 6 de 401 H.

Segundo grupo.- Fatimíes,  de la ceca de Segilmesa o Siyilmasa (Marruecos): 2 de 290 H y 1 de Irak, fechada alrededor del 300 H.

Tercer grupo.- De Abd al-Rahmán III, de la ceca Madinat al-Zahra: 1 de 339 H, 1 de 343 H y 1 de 348 H. De Al-Hákam II, de la ceca Madinat al-Zahra: 1 de 356 H. De Hisám II, de la ceca Al-Ándalus: 2 de fechas ilegibles, 3 de 366 H, 1 de 370 H, 1 de 384 H y 1 de 385.

I, MONEDAS ANDALUSÍES:
DE ABD AL-RAHMÁM III (300-350 H.)
 

Año 321 H. = 1-1-933 al 21-12-933 d. C.



Dos son dos dirhems conservados de este año. Fueron acuñados en la ceca al-Ándalus y Muhammad figura como jefe de dar al-sikka. Ambos poseen análogas características: en el anverso, separando la leyenda de la orla del borde, aparece doble gráfila circular; en el reverso, las gráfilas que separan la orla de la leyenda central están realizada con puntos. Pesos y medidas: el primero, 2´26 g y  24 mm (fig. 1- 1 a y); el segundo, 2´6 g y  26 mm .

           En este año, y prácticamente durante todo el Califato, en la orla del anverso, bordeando la leyenda central,  se escriben las fórmulas laudatorias, el valor de la moneda, el nombre de la ceca y año de acuñación: “En el nombre de Dios fue acuñado este dirhem en al-Ándalus el año...” y en el área central de esta cara aparece la leyenda “No hay más dios que el único Dios /Allah/ ninguno puede asociarse con Él”. En la orla del reverso figura un versículo del Corán: “Mahoma es el enviado de Dios al que envió con la guía y la religión de la verdad para que superase a cualquier religión, aunque lo censuren los asociados”, mientras en el área central se escribe “El Imán al-Nasir li-din Allah Abd al-Rahmán (o el califa de turno) emir de los creyentes”

           En las acuñaciones de este año, al menos al principio, aparece Yahyá ben Yúnus al-Kabrani, jefe de la ceca que había sustituido a Ahmad ben Muhammad ben Musa ben Hudayr en 320 (20) y que será reemplazado por Muhammad ben Futays a comienzos de 321 H. (21).


326 H. = 8-11-937 al 28-10-938 d. C.

           De este año sólo existe una moneda. Se acuñó en al-Ándalus y lleva el nombre de Saíd ben Yassás, jefe de la ceca desde 322 al 329 H. (22), con la excepción de 327 H., año en que se le acusó por fraude en las acuñaciones y que fue sustituido por su hermano Abd Alláh (23).

           La orla del anverso se halla perfectamente diferenciada de la profesión por una gráfila. Pesa 2´5 g. y mide  24 mm .

330 H. = 26-9-941 al 14-9-942 d. C.


Qásim ben Jálida es el nuevo sahib dar al-sikka, cargo que continuará hasta 332 H., por haber sido depuesto  de los cargos de jefe de la casa de la moneda y de visir y encarcelado Saíd por fraude en las acuñaciones (24), condena que le llegó también al primer ministro, Suhayd, por no haber reprendido a Saíd (25).

           Dos son los dirhams conservados. No llevan gráfilas internas en el anverso. El primero tiene por peso y medida 1´9 g y  25 mm , mientras el segundo tiene 2´5 g de peso y  25 mm de módulo. Ambas son de la ceca al-Ándalus y llevan como adornos una rosa encima de la leyenda del reverso. Los comienzos de la inscripción de las orlas del anverso son rectos.


331 H. = 15-9-942 al 3-9-943 d. C.


           Dos monedas poseemos de este año en las que sigue apareciendo Qásim como jefe de la ceca. Pesos y medidas: 2´6 g y 3´2 g y  25 mm y  24 mm . En ambas, los comienzos de la lectura de las orlas del anverso son rectos, pero los trazos no son tan pronunciados como en las acuñaciones del año anterior. Se adornan con estrellas de ocho puntas formadas por puntos, aunque, a veces, éstos se unen simulando segmentos.

332 H. = 4-9-943 al 23-8-944 d. C.


Cuatro son los  dirhems conservados de este año en los que las notas del anverso y del reverso son las de los años anteriores.  Dos siguen llevando el nombre de Qásim y en dos aparece el nombre de Muhammad, nuevo jefe de la ceca al-Ándalus. Qásim fue muerto por sus esclavos a comienzos de este año siendo sustituido por Abd al-Rahmán ben Yahyá, el sordo, y, posteriormente por Muhammad ben Ahmad ben Hudayr (26).

Pesos y medidas, respectivamente, son: 2´9, 3´2, 3´3, 2´9 y 26, 24, 25 y  24 mm .


333 H. = 24-8-944 al 12-8-945 d. C.


           Se guardan dos dirhems de este año. Son de la ceca al-Ándalus y sigue apareciendo Muhammad como jefe de la casa de la moneda. Los adornos del reverso son semejantes a los de años anteriores. Los principios de las escrituras de las orlas del anverso son rectos. Pesos y módulos: 3´4 y 3´3 g y 25 y  24 mm .

334 H. = 13-8-945 al 1-8-946 d. C.


           Tres son las monedas conservadas. Dos, la primera y la tercera, con orla grande, llevan el nombre de Hisám; sin embargo, en la segunda “rara” (27), es difícil la lectura del jefe de la ceca. Pesos y medidas: la primera, 2´1 g y   24 mm (con tres gráfilas en el reverso, la central con puntos, decoración floral en la gráfila externa y ¿flor de lis?); la segunda, 2´6 g y  25 mm (con tres puntos en forma de triángulo en el reverso) y la última, 3´5 g y  29 mm , con flor en el reverso y tres gráfilas separando la leyenda.

Al parecer, después de Muhammad ben Ahmad ben Hudayr la persona que figura en los años 335 y 336 es su sucesor, Abd Allah ben Muhammad, y no Hisám, aunque existe la posibilidad de que éste comenzara como jefe de la ceca sustituyendo a Muhammad desde comienzos de 334 hasta el 335, año que sería sustituido por Abd Alláh (28).

335 H. = 2-8-946 al 22-7-947 d. C.

 

Tres son las monedas conservadas de este año. En la primera figura Hisám como jefe de la ceca y presenta tres gráfilas en el reverso siendo la central de puntos. En las restantes aparece Abd Alláh ben Muhammad, sustituto del anterior. Tienen recto el comienzo de la inscripción de la orla del anverso.

Pesos y medidas: 4´2 g y  módulo de  30 mm , para la primera, y 3´5 y 2´7 g y 24 y  25 mm para el resto. Se ornamentan con gráfilas, leyendas y círculos en el anverso. En el reverso se reducen las líneas de las leyendas centrales a tres, fenómeno que se venía produciendo en algunas acuñaciones del año anterior.

336 H. = 23-7-947 al 13-7-948 d. C.


Este año es depuesto de su cargo y encarcelado Abd Alláh por negligencia y sustituido por Muhammad, ya en la nueva casa de la moneda de Medina al-Zahra. Otro hecho importante es que se adornan las monedas con una flor de lis y que a partir de entonces año, fecha y ceca aparecen en la orla del anverso manteniéndose el nombre del jefe de la ceca en esta cara bajo la leyenda central (29).

Tres son los dirhems conservados de este tiempo. En dos aparece el nombre de Abd Alláh. Fueron acuñados en al-Ándalus. Tienen 3´1 y 2´1 g y, ambos, miden  24 mm de módulo. El restante lleva el nombre de Muhammad y está fabricado en Madinat al-Zahra (fig. 1- 2 a y b). Posee 2´4 g y  26 mm . Menos la segunda, están decorados con una flor de lis en el reverso. En esta misma cara, las gráfilas que enmarcan las leyendas (doble en la segunda moneda) están realizadas a base de círculos. Los tres llevan recto el comienzo de la inscripción de la orla y la segunda y la tercera moneda se adornan con motivos florales en la parte superior e inferior de sus correspondientes leyendas del reverso.

337 H. = 14-7-948 al 30-6-949 d. C.


De nuevo aparece Muhammad como sáhib al-sikka, probablemente se trate de Muhammad ben Ahmad ben Hudayr (30).

           Dos son las monedas conservadas. Ambas están acuñadas en Madinat al-Zahra. En la primera, la gráfila que enmarca la leyenda central del anverso está señalada con puntos. El reverso se adorna con una flor de lis y motivos vegetales. La segunda se decora con asuntos vegetales en el anverso. En ambas, siguiendo la tradición de años anteriores. Las leyendas circulares del reverso se hallan entre gráfilas. Pesos y medidas: la primera, 3´5 g. y   25 mm ; la segunda pesa  3 g y tiene un módulo de  25 mm , ésta presenta sólo tres líneas de lectura en la zona central del reverso.

338 H. = 1-7-949 al 19-6-950 d. C.


           Tan sólo se conserva un dirhem de  3 g de peso y  24 mm de diámetro. Como jefe de la ceca aparece Muhammad. El comienzo de la leyenda de la orla del anverso es circular y las gráfilas de esta superficie se trabajaron a base de puntos.


339 H. = 20-6-950 al 8-6-951 d. C.

Se conservan dos monedas con el nombre de Muhammad cuyos pesos y módulos correspondientes son 2´6 y 2´8 gramos y 22 y  24 mm , respectivamente.
           
 Características: como adornos presentan en el reverso puntos, arriba de la leyenda circular, y estrellas bajo ellas. Los comienzos de las leyendas de las orlas son circulares.


340 H. = 9-6-951 al 28-5-952 d. C.

Se conservan tres dirhems, llevan como nombre del jefe de la ceca a Muhammad.

           Características: 2´7, 2´9 y  3 g . y las tres poseen un módulo de  24 mm . La primera presenta tres gráfilas en el reverso, la externa de puntos, y una estrella en la parte inferior de la leyenda central de esta cara. La segunda lleva decoración en forma de círculo y guirnalda en la zona inferior del campo epigráfico central del reverso. Tanto ésta como la última llevan recto el comienzo de la inscripción de la orla.


342 H. = 18-5-953 al 6-5-954 d. C.


           Se conserva un solo ejemplar de plata con el nombre de Muhammad. La gráfila que enmarca la orla del reverso está realizada con puntos. Su peso y módulo es de 2´4 g. y  23 mm . El comienzo de la lectura de la orla del anverso en recto.


343 H. = 7-5-954 al 26-4-955 d. C.


           Sólo poseemos una moneda con esta fecha en la que sigue Muhammad como jefe de la ceca de Madinat al-Zahra. Lleva un círculo encima de la leyenda central del reverso. Tiene un peso de 2´5 g. y  23 mm de diámetro y es recto el comienzo de la leyenda de la orla del anverso.


344 H. = 27-4-955 al 14-5-956 d. C.


           Un solo ejemplar se conserva de este año. Tiene como peso y módulo 2´5 g y  23 mm . Muhammad  sigue siendo jefe de la ceca.


345 H. = 15-4-956 al 3-4-957 d. C.


           Dos son los dirhems que se custodian de este año. Llevan a Muhammad como jefe de la ceca Madinat. La segunda se adorna con un círculo al final del primer renglón del reverso. Presentan rectos el comienzo de la leyenda marginal del anverso. Sus pesos y medidas son 3´2 g y  24 mm y 2´8 g y  23 mm .

346- H. = 4-4-957 al 24-3-958 d. C.


           Dos dirhems se conservan de este año en el que sigue apareciendo Muhammad como director de la ceca. Ambas presentan recto el comienzo de la lectura de la orla del anverso. La segunda moneda lleva círculos como decoración en el reverso, tanto en la parte superior como en la inferior de la leyenda central. Los pesos y módulos son de 2´9 g cada una y de  23 mm y  24 mm .

347 H. = 25-3-958 al 13-3-959 d. C.


           Sólo una moneda (de  3 g y  24 mm ) se conserva de esta fecha en la que figura Ahmad como nuevo jefe de la ceca de Madinat al-Zahra, cambio que se había producido el año anterior. El comienzo de la escritura de la orla del anverso es recto.

348 H. = 14-3-959 al 2-3-960 d. C.   


           Poseemos un solo dirhem de este año acuñado en Madinat al-Zahra y que lleva el nombre de Ahmad. Peso y medida: 3´2 g y  23 mm . Es recto el comienzo de la escritura que enmarca en campo central del anverso.

349 H. = 3-3-960 al 19-2-961 d. C.


                En la moneda conservada de este año se aprecia una fuerte caída en el peso de la misma pasando, de unos  3 g por término medio en los años anteriores, a 2´6 g; sin embargo el módulo es prácticamente el mismo:  22 mm . Como jefe de la ceca sigue Ahmad.

MONEDAS DE AL-HÁKAM II (350-366 H):



      Coincidiendo con el nuevo Califa se produce un relevo de jefe en la ceca de Madinat al-Zahra: el nombre de Yahyá figura en las inscripciones existentes debajo de la leyenda central del anverso, mientras en el reverso se sustituye el nombre de al-Nasir por el de su hijo al-Hákam.

   En la única moneda conservada de este año se aprecia un ligero aumento, tanto en el peso como en el módulo, con respecto al año anterior: 2´8 g y  23 mm . (fig. 1- 3 a y b).


351 H. = 9-2-962 al 29-1-963 d. C.


           Dos son los dirhems conservados de este año. Como jefe de la ceca se presenta a un nuevo personaje: Abd al-Rahmán. Las monedas llevan circulares el comienzo de las leyendas de las orlas del anverso, detalle que seguirá hasta el 358 H. Esta misma cara se decora con motivos florales. La primera de las monedas posee una grafía diferente a las hasta ahora conocidas. Sus pesos y medidas son de 2´6 g y  26 mm y de  3 g y  26 mm .




352 H. = 30-1-963 al 18-1-964 d. C.


            Dos son las monedas conservadas de este año. Ambas llevan adornos arriba y abajo de la leyenda central del anverso, más la segunda, que muestra nítidamente una estrella y motivos florales.

Una nueva curiosidad se observa en el numerario de este año: hay un ligero aumento en el peso, mientras que el módulo es similar. La primera pesa 3´1 g y tiene  25 mm de diámetro y la segunda 3´4 g y  26 mm .

353 H. = 19-1-964 al 6-1-965 d. C.


           Dos son las monedas que se guardan de este año. Llevan el nombre de Abd al-Rahmán como jefe de la ceca de Madinat. La primera, de 2´4 g y  23 mm de módulo, presenta en el anverso una flor de lis arriba de la leyenda central. La segunda, de 2´2 g y  22 mm de diámetro, se decora con una estrella en el anverso encima de los epígrafes del área central. Se aprecia en ambas una disminución, tanto en el peso como en el módulo, con respecto a años anteriores.

354 H. = 7-1-965 al 27-12-965 d. C.


           Dos son los dirhems que se conservan. Se acuñaron en el mismo lugar del año anterior y figura el mismo jefe de la ceca. Ambas poseen una estrella de ocho puntas encima de la leyenda del anverso. Pesos y medidas: 2´3 g y  24 mm       y 2´8 g y  24 mm .


355 H. = 28-12-965 al 16-12-966 d. C.


           Dos son las monedas conservadas de este año de la ceca Madinat al-Zahra. Llevan por nombre Abd al-Rahmán.
           

La primera tiene 3´3 g y  22 mm y la segunda 2´8 g y  24 mm de módulo. Al final y arriba del epígrafe de la zona central del anverso, se adornan con motivos florales y estrellas con ocho brazos.


356 H. = 17-12-966 al 6-12-967 d. C.


           Dos son los dirhems conservados con esta fecha. En el primero sigue figurando Abd al-Rahmán como jefe de la ceca de Medina y como adornos lleva una estrella y motivos florales en el anverso. Su peso es de 2´7 g y su módulo de  24 mm . En la segunda moneda se sustituye el nombre de Abd al-Rahmán por el de Suhayd, apareciendo éste en el anverso debajo de la leyenda central, en vez de ir en el reverso como ocurría con su antecesor. Se aprecia en esta última moneda una decoración de tres puntos encima de la leyenda central del anverso y uno al final. En el reverso presenta una decoración floral al final de la leyenda. Pesa 3´3 g y mide  24 mm .


357 H. = 7-12-967 al 24- 11-968 d. C.


           En los anversos de las dos monedas conservadas de este año se aprecia de nuevo un cambio en el jefe de la ceca de Madinat al-Zahra, se trata de  Abú Amir Muhammad b. Abd Alláh b. Muhammad ibn Abí Amir, que ya había sido nombrado en el año anterior.
            
En la primera, el comienzo de la inscripción de la orla del anverso es curvo con motivos florales (fig. 1- 4 a y b) La segunda lleva decoración vegetal arriba del comienzo de la lectura central del reverso y círculos. Respectivamente, sus medidas son 2´2 g y  21 mm y 2´9 g y  24 mm .


358 H. = 25-11-968 al 13-11-969 d. C.


           De ese año sólo se conserva una moneda acuñada en Medina en la que se escribe, como en el año precedente, el nombre de Amir. En el reverso lleva un círculo arriba de la leyenda central y otro en la parte inferior de la misma. El peso, de 3´3 g, es mayor que las de año anterior; por diámetro tiene  24 mm . Leva recto el comienzo de la leyenda de la orla del anverso.

359 H. = 14-11-969 al 3-11-970 d. C.


           Solamente se guarda una moneda de esta fecha. Se acuñó en Madinat al-Zahra  y figura el mismo jefe de la ceca que en años anteriores. Apenas se decora, limitándose en el reverso a una estrella debajo de la inscripción central. Pesa 3´4 g y tiene  22 mm . Es circular el principio de la leyenda de la orla del anverso.

360 H. = 4-11-970 al 23-10-971 d. C.


            Dos son las monedas que se conservan de este año. Ambas llevan por nombre de la ceca a Amir en el anverso, fueron acuñadas en Madinat al-Zahra y son rectos los comienzos de las leyendas circulares de los anversos.

          

La primera tiene un peso de  3 g y  23 mm y un círculo en el reverso. La segunda pesa 2´4 g y es de  25 mm y lleva como adornos en el reverso tres círculos formando triángulo equilátero encima de la leyenda central y otros tantos en la parte inferior de la misma.

363 H. = 2-10-973 al 20-9-974 d. C.


           No existen monedas acuñadas en los años 361 y 362 H., debido, quizá a la escasez de amonedaciones que se dan estos años debido al envío de fuertes sumas de oro y plata para sufragar las guerras de África.
         
 Dos son las monedas conservadas de 363, fueron acuñadas en Medina. La primera que aparece en el álbum guardado en el Museo Arqueológico Provincial de Córdoba lleva como nombre del jefe de la ceca a Amir en el reverso, cuando a nuestro entender esta moneda debería figurar en segundo lugar, puesto que Abí Amir sustituyó como jefe de dar al-sikka a Yahyá ibn Ubayd Alláh ibn Idrís. El mencionado dirhem tiene recto el principio de la escritura de la orla del anverso, pesa  3 g y mide  24 mm de módulo. Por decoración lleva en el reverso tres círculos en forma de triángulo equilátero en la parte superior de la escritura del campo central. La segunda moneda, del mismo peso y medida que la anterior, presenta recto el comienzo de la leyenda del anverso, como nombre del jefe de la ceca figura Yahyá y por decoración en el reverso tiene nueve puntos formando un triángulo regular.




MONEDAS DE HISÁM II (366-399 H.)

366 H. = 30-8-976 al 18-8-977 d. C.


           No se conservan monedas de los años 364 y 365 H. En este último año hay un traslado de ceca, desde Madinat al-Zahra a al-Ándalus. También se acuñan monedas en África (31), pero no han llegado a nosotros, no sabemos si en la olla que contenía las monedas las había de ese lugar. Las que relacionamos corresponden al primer reinado del desdichado Hisám II.
          
De 366 nos han llegado dos dirhems de la ceca al-Ándalus, llevan por jefe de la fábrica a Amir en el anverso. La segunda presenta recto el comienzo de la leyenda de la orla del anverso y el texto de la zona central del reverso se distribuye en  4 líneas. Pesos y medidas: 3´2 y 2´4 g y 24 y  25 mm .



367 H. = 19-8-977 al 8-9-978 d. C.


           Sólo se conserva un dirhem de este año en el que figura Amir como jefe de la ceca y se adorna con un ramo de flores en el reverso.  Como peso y medida tiene 3´3 g y  23 mm . Es recto el comienzo de la escritura de la orla del anverso.

377 H. = 3-5-987 al 20-4-988 d. C.

        

 No se conservan monedas de los años comprendidos entre 367 y 377 H., cosa nada extraña, ya que la ceca al-Ándalus no acuñó por espacio de un lustro: desde 372 al 376 H. (18).

Del año que nos ocupa sólo existe una moneda de plata (fig. 1- 5 a y b). Se fabricó en Fez y aparece Amir como jefe de la ceca. El comienzo de la inscripción de la orla del anverso es recto. La epigrafía del reverso se distribuye en 4 líneas y se decora con una hoja. Pesa 3´1 g y mide  23 mm .


379 H. = 11-4-989 al 30-3-990 d. C.


           Dos son los dirhems conservados de esta fecha. Ambos están acuñados en la ceca al-Ándalus y llevan por jefe de la casa a Amir.
         
 El primero, de 2´6 g y  26 mm , posee circular el comienzo de la inscripción de la orla del anverso, detalle que se observa en la segunda moneda. Esta última pesa  3 g y tiene un diámetro de  25 mm . Presenta como adornos una composición vegetal en el anverso y un punto en el reverso.

380 H. = 31-3-990 al 19-3-991 d. C.


           Una moneda se guarda de este año. Está acuñada en al-Ándalus y en ella figura el nombre de Amir en el reverso debajo de los títulos del califa. En esta misma cara, arriba, se adorna con una estrella y, entre la primera y segunda línea de la leyenda central, con una flor de lis y motivos vegetales. Pesa 3´4 g y tiene un módulo de  25 mm .

381 H. = 20-3-991 al 8-3-992 d. C.


           Sólo tenemos un dirhem de este año. Fue acuñado en la ceca al-Ándalus y lleva a Amir como jefe de la fábrica. Posee circular el comienzo de la lectura del anverso y un círculo y dos gráfilas en esta cara. En el reverso aparecen cuatro series de cuatro puntos seguidas por cuatro segmentos formando parte de la gráfila interna. Pesa 3´2 g y tiene  24 mm de diámetro.

384 H. = 15-2-994 al 4-2-995 d. C.


           Dos son las monedas que se conservan de este año. Ambas se acuñaron en la ceca al-Ándalus y Amir se escribe como nombre del jefe de la dar al-sikka.

           La primera lleva tres puntos en triángulo equilátero arriba de la lectura central del anverso (entre la leyenda y la gráfila de la orla). Igual decoración aparece y en el mismo lugar del reverso. Pesa 3´7 g y mide  24 mm de diámetro. La segunda, de 3´8 g y  23 mm , se decora con sendos círculos en la parte superior - entre la lectura central y la lectura de la orla- de ambas caras.

385 H. = 5-2-995 al 24-1-996 d.C.


            Dos son los dirhems conservados con esta fecha. Llevan como nombre del jefe de la ceca a Amir y fueron acuñadas en los talleres de al-Ándalus.
         
 La primera posee recto el comienzo de la lectura de la orla. Pesa 2´9 g y mide  25 mm de diámetro. En el anverso tiene la particularidad de presentar cuadradas las leyendas de la orla y central, detalle que fue observado en algunas acuñaciones de 382. También en esta cara se decora con un triángulo de puntos entre la lectura de la orla y el borde, mientras en el reverso lo está con un círculo en la parte superior de la lectura central. La segunda moneda, de 2´9 g y  24 mm , en el anverso se adorna con un círculo y motivos florales entre el comienzo de la inscripción de la zona central y la gráfila de la orla. En el reverso existe en la parte superior del comienzo de la inscripción central una estrella formada por seis puntos y una decoración marginal a la derecha de la misma lectura.


386 H. = 25-1-996 al 13-1-997 d. C.


            Dos son las monedas que conservamos de este año. Se acuñaron en la ceca al-Ándalus y llevan en el anverso, debajo de la profesión de fe, a Mufariý como jefe de la fábrica. Amir se escribe en el reverso.
           
La primera, de 2´8 g y  25 mm , se decora con círculo en el anverso, mientras en el reverso son tres los círculos que hay en la parte superior de la lectura central. La segunda posee un peso de 4´5 g y un diámetro de  25 mm y lleva una flor de lis encima de la profesión de fe del anverso y tres círculos en el reverso.

387 H. = 14-1-997 al 2-1-998 d. C.

           Las dos monedas que se conservan de este año siguen las pautas de las del anterior figurando nombres y ceca en su lugar correspondiente. Los comienzos de las lecturas de las orlas son circulares.
        
  La primera, de 4´2 g y  27 mm de diámetro, presenta un círculo en el encabezamiento de la escritura del área central del reverso. La segunda posee un peso de 3´1 g y un módulo de  25 mm y en el reverso existe una flor de lis en la parte superior de la inscripción central, mientras en el anverso la decoración es floral (guirnalda) hallándose arriba de la profesión de fe.





388 H. = 3-1-998 al 22-12-998 d.C.

           Dos son las monedas que se conservan de este tiempo. Están acuñadas en al-Ándalus y en ellas se escriben los nombres de Muhammad en el anverso y el de Amir en el reverso.

           La primera, que pesa 3´2 g y mide  24 mm , se adorna con una flor de lis esquemática en el reverso. La segunda tiene un peso de 3´8 g y un módulo de  25 mm y, en la parte superior del campo epigráfico central del anverso, lleva una guirnalda floral. En el reverso presenta una flor de lis. En ambas se escribe curvo el comienzo de la leyenda de la orla del anverso.

389 H. = 23-12-998 al 12-12-999 d. C.


           Se conservan de este año dos dirhems. Se acuñaron en la ceca al-Ándalus y presentan los mismos nombres y en el mismo lugar que en las monedas del año precedente. Los comienzos de las leyendas de las orlas del anverso son circulares.
         
 La primera, de 3´2 g y  25 mm de diámetro, lleva en el anverso una guirnalda, en el reverso un círculo encabeza la zona central. La segunda, de 3´8 g y  25 mm , se adorna con una guirnalda en el anverso, el reverso, la parte superior de la leyenda del área central, lo está con tres círculos formando un triángulo equilátero.

390 H. = 13-12-999 al 30-11-1000 d. C.


            Dos son las monedas que se guardan de este año. Ceca y nombres son los mismos que los del año anterior y figuran en idénticos lugares. Las leyendas de las orlas del anverso son circulares.

           La primera, con una guirnalda como adorno en el anverso, tiene un peso de 3´2 g y mide  24 mm de diámetro. La segunda, que presenta como particularidad el poseer doble leyenda en el anverso, pesa 2´6 g y mide  24 mm y lleva por decoración un círculo en la parte superior de la leyenda central del reverso.

391 H. = 1-12-1000 al 1-11-1001 d. C.


           Dos dirhems son los que se conservan de este año. Ceca y nombres son los mismos que los del año anterior y se escriben en los mismos lugares. Los comienzos de las leyendas de las orlas del anverso son circulares.

           El primero, de 3´6 g y  24 mm de módulo, posee tres círculos alineados en la parte superior de la leyenda central del anverso; en el reverso aparece una flor sobre la lectura del campo central. La segunda moneda, de 2´8 g y  24 mm de diámetro, lleva una lúnula y una flor por decoración sobre el campo epigráfico del anverso.

392 H. = 20-11-1001 al 9-11-1002 d. C.


           Tres son las monedas que se conservan de este año. Fueron acuñadas en los talleres al-Ándalus y aparece en el anverso, en vez de Muhammad, el nombre de Tamliý. En el reverso sigue Amir. Los comienzos de las leyendas de las orlas de los anversos de las dos primeras son circulares.
         
 La primera, de 3´4 g y  25 mm , lleva círculos y puntos como decoración en la parte superior de la inscripción central del anverso y una guirnalda en el reverso. La segunda tiene un peso de  3 g y  25 mm y figura en el anverso un círculo en la parte superior del campo central, otro círculo semejante aparece en el mismo lugar del reverso. En la tercera, de 2´9 g y  23 mm de módulo, en el reverso el nombre de Amir se halla dividido en dos líneas.

393 H. = 10-11-1002 al 29-10-1003 d. C.


           De este año se conservan dos dirhems. Ambos se acuñaron en la ceca al-Ándalus.
           
El primero (fig. 1- 6 a y b), que el comienzo de la escritura de la orla es circular, tiene 3´5 g de peso y  25 mm de diámetro. Lleva decoración geométrica en la parte superior de la escritura central del anverso, en donde existe otra particularidad: que el título del emir está partido y aparece Abd al-Malik, ¿jefe de la ceca? Este nombre también se halla en el reverso (desde la muerte de Almanzor, el año anterior, su nombre desaparece de las monedas y el que se escribe es el de su hijo con el calificativo de hayib en el reverso).

La segunda, de igual peso y medida que la precedente, lleva el nombre de Abd al-Rahmán en el anverso y el comienzo de la inscripción de la orla es horizontal con respecto a la profesión de fe. Quien aparece en el reverso es Abd al-Malik.

394 H. = 30-10-1003 al 17-10-1004 d. C.


            Dos son las monedas que se conservan de este año. Ambas son de la ceca al-Ándalus y llevan en las dos caras el nombre de Abd al-Malik.
          el comienzo de la escritura de la orla del anverso y se adorna con otra figura acorazonada.

395 H. = 18-10-1004 al 7-10-1005 d. C.


           Con esta fecha dos son las monedas que hay. Ambas se acuñaron en la ceca al-Ándalus y llevan por nombre Abd al-Malik.
         
 En la primera, de 2´8 g y  23 mm , se halla partido el nombre en el anverso. Aquí, entre la ornamentación de la orla y el campo central, se adorna con puntos seguidos de trazos largos. La segunda tiene 3´2 g y  23 mm de diámetro. En el anverso, sobre la profesión de fe, lleva un triángulo equilátero formado por tres puntos.

396 H. = 8-10 1005 al 26-9-1006 d. C.


           De este año se conservan tres monedas. Fueron acuñadas en la misma ceca y llevan los mismos nombres que los del año precedente. Los comienzos de las leyendas de las lecturas de las orlas son circulares.

           La primera, de 1´8 g y  21 mm de diámetro, tiene como particularidad el presentar la leyenda separada en el anverso y de adornarse con una gran flor de lis encima de la profesión de fe. La segunda, de 3´6 g y  24 mm , muestra tres círculos en línea encima de la profesión de fe en el anverso. La última, de 2´7 g y  23 mm , se adorna con una guirnalda floral sobre la profesión de fe del anverso.

397 H. = 27-9-1006 al 16-9-1007 d. C.

           Cuatro son los dirhems que se conservan de este año, tres son de la ceca al-Ándalus y uno africano, acuñado en Fez (fig. 1- 7 a y b). En los dos primeros el nombre de Abd al-Malik ha sido sustituido por el de Suhayd, que figura, según se escribe en el anverso, bajo la profesión de fe. En el reverso sigue estando Abd al-Malik. Los comienzos de las leyendas de las orlas del anverso son circulares en las dos primeras y rectos en las otras.
           
La primera, de 2´9 g y  24 mm de módulo, lleva una flor de lis por decoración en el anverso sobre la profesión de fe. La segunda posee un peso de 2´9 g y mide  24 mm   y está adornada con un triángulo formado por tres puntos. La tercera, de 3´1 g y  24 mm , lleva el nombre de Abd al-Malik en el anverso y cuatro puntos en rombo en la tercera línea. El inicio de la escritura de la orla es recto. En su reverso sigue apareciendo Abd al-Malik. La última, es bastante extraña. Se decora con cuatro puntos en el anverso, el reverso lo hace con una guirnalda. Pesa 2´9 g y tiene  22 mm de diámetro. En el anverso, bajo la profesión de fe, se escribe Abd al-Malik, mientras en el reverso está al-Muiz.


398 H. = 17-9-1007 al 4-9-1008 d. C.

           De este año se conservan dos dirhems. Fueron acuñados en la ceca al-Ándalus. Ambos llevan en el anverso el nombre de Suhayd bajo la profesión de fe y en el reverso quien figura es Abd al-Malik.
         
 La primera, de 2´9 g y  26 mm , presenta un defecto en la grabación que ocupa parte de la gráfila interior de la orla. La segunda tiene un peso de 3´2 g y mide  25 mm . Ambas poseen una estrella sobre la profesión de fe.


MONEDAS DE MUHAMMAD II (399-400 H)

399 H. = 5-9-1008 al 24-8-1009 d. C.

    En este año coexisten las monedas de Hisám II y de Muhammad II, si bien del primero no conservamos ninguna. Las que presentamos corresponden al reinado del segundo mandatario. Se trata de doce dirhems acuñados en la ceca al-Ándalus. Llevan el nombre de Yawar en el anverso bajo la profesión de fe del área central. Los comienzos de las lecturas de las orlas son circulares. La decoración es prácticamente nula, sólo los números 5, 7, 9, 1 y 12 de la hoja del álbum la poseen en forma de círculo o puntos. La número 6 se adorna con una guirnalda. Los motivos se localizan entre la profesión de fe y la escritura de la orla. En el reverso se halla el nombre del califa y su título escrito en la zona central. En lo alto de esta superficie aparecen decoraciones circulares, caso de los números 1 y 2; de flor de lis, la 8; con dos gotas encima de la lectura de la orla, las 4 (fig. 1- 8 a y b) y 5,  ésta, además, posee dos gotas abajo; y con doble círculos (arriba y debajo de las lecturas de los reversos) los números 3, 9 y 10. Otra singularidad de esta zona es que el nombre del califa puede estar escrito en tres líneas, son los números 4, 5, 6 y 7. Por pesos y medidas tienen: la 1ª, 3´5 g y  25 mm ; la 2ª, 3´1 g y  24 mm ; la 3ª, 2´2 g y  23 mm ; la 4ª, 2´8 g y  24 mm ; la 5ª, 3´1 g y  24 mm ; la 6ª, 3´2 g y  25 mm ; la 7ª,  3 g y  25 mm ; la 8ª, 2´5 g y  24 mm ; la 9ª, 2´2 g y  24 mm ; la 10ª,  4 g y  25 mm ; la 11ª, 3´6 g y  24 mm , y la 12ª, 3´3 g y  25 mm .

400 H. = 25-8-1009 al 14-8-1010 d. C.

(En 400 H. tres fueron los califas que ocuparon el trono en al-Ándalus: Sulaymán, Muhammad II e Hisám II. Los tres acuñaron moneda en el taller al-Ándalus, Sulaymán también lo hizo en Madinat al-Zahra).
         
 De Muhammad se conservan siete monedas. En todas es circular el comienzo de la lectura de la orla. Los números 4 y 6 se adornan con círculos, uno la primera y dos la última.

En las cuatro primeras, bajo la profesión de fe en el anverso, figura ibn Maslama, jefe de la ceca. Metrología: 3´1 g y  36 mm , la primera (fig. 1- 9 a y b); 2´5 g y  26 mm , la segunda; 3´3 g y  25 mm , la tercera, y 3´2 g y  24 mm , la cuarta.
         
 En las restantes, como jefe de la ceca, aparece Muhammad bajo la profesión de fe del campo central del anverso. La primera pesa 3´4 g y mide  24 mm ; la segunda,  3 g y  25 mm ; y la tercera, 2´7 g y tiene un diámetro de  25 mm .

MONEDAS DE SULAYMÁN (400- 400 H.)

            Este califa reinó en dos ocasiones: en 400 H y entre el 403 y el 407 H. Solamente se conservan monedas de su primer mandato, bien de la ceca al-Ándalus, bien de Madinat al-Zahra.

De al-Ándalus se guardan diez dirhems. Llevan el nombre de Ibn Maslama bajo la profesión de fe en el anverso. Sólo la 2ª tiene recto el comienzo de la lectura de la orla debido a que ésta es cuadrada. En el anverso, la 1ª, 2ª y 9ª se decoran con un círculo, con gotas la 5ª, y con estrellas la 6ª, 8ª y 10ª. La número 7 muestra como adorno una estrella arriba de la lectura central del reverso. Todas las monedas, excepto la primera, llevan las inscripciones de la zona central de reverso distribuidas en tres líneas.

           Metrología: la 1ª, 2´5 g y  24 mm ; la 2ª, 3´2 g y  25 mm ; la 3ª, 3´9 g y  24 mm ; la 4ª, 3´4 g y 2´6 mm (fig. 1- 10 a y b); la 5ª,  4 g y  25 mm ; la 6ª, 3´1 g y  24 mm ; la 7ª, 2´7 g y  24 mm ; la 8ª, 3´9 g y  25 mm ; la 9ª,  5 g y  24 mm , y la 10ª, 4´9 g y  24 mm .
          
De la ceca Madinat al-Zahra conservamos ocho monedas (de la  11 a la 18) en las que se escribe ibn Suhayd (jefe de la casa de la moneda) en el campo central del anverso bajo la fórmula de la profesión de fe. Sobre este epígrafe hay dos tipos de adornos: con un círculo, la número 8, y con gotas, el resto de las monedas. En el reverso aparece Muhammad (hijo de Sulaymán). La escritura se reparte en el reverso en cinco líneas centrales.
          
La primera moneda se encuentra fracturada a la altura del comienzo de ibn Suhayd, por lo que parte de la leyenda de las orlas de ambas caras no puede leerse totalmente. La segunda presenta la orla del anverso desplazada y la tercera es oblonga.

Metrología: la 1ª, conserva un peso de  3 g y un diámetro de  24 mm en su parte más completa; la 2ª, 3´6 g y  24 mm (fig. 1- 11 a y b); la 3ª, 3´9 g y  25 mm de diámetro máximo; la 4ª,  4 g y  24 mm ; la 5ª, 4´3 g y  26 mm ; la 6ª,  3 g y  24 mm ; la 7ª, 2´2 g y  23 mm , y la 8ª, 3´5 g y  23 mm .


MONEDAS DE HISÁM II (401-403 H.)

401 H. = 15-8-1010 al 3-8-1011 d. C.


(NOTA: Existen dos monedas con fecha de emisión dudosa que bien pudieron estar acuñadas en 400 H., no obstante, hemos optado incluirlas en la relación de 401 H. Son las descritas en cuarto y quinto lugar).

           Seis dirhems se conservan de este año, fueron acuñados en la ceca al-Ándalus. Los cuatro primeros llevan el nombre de al-Bakrí y dos el de Abd Alláh, sustantivos que aparecen en el anverso bajo la profesión de fe. La escritura del reverso se halla repartida en tres líneas. En los tres primeros, el campo del reverso es cuadrado.

           En la primera moneda de esta serie, de 3´3 g y  24 mm , se escribe el nombre de al-Bakrí. Su reverso está decorado con dos círculos, uno en la parte superior y otro en la inferior del campo central. La segunda, de 3´9 g y 2´4 mm, presenta recto el inicio de la escritura de la orla del anverso y tres círculos en forma de triángulo en la misma, detalles que también se observan en la tercera moneda. El reverso de la segunda se adorna con dos círculos en la parte superior del campo epigráfico central. La tercera, de 3´6 g y  25 mm , lleva tres círculos en la parte superior de la escritura central del reverso, y la cuarta, de 5´5 g y  25 mm , vuelve a tener circular el comienzo de la escritura de la orla (fig. 1- 12 a y b). El reverso presenta decoración floral sobre el campo central. La quinta, de  3 g y  25 mm , se adorna con un círculo en el anverso, mientras el campo central del reverso lo está con dos círculos, uno en la parte superior y otro en la inferior. Y la sexta, de 3´8 g y  25 mm , lleva por decoración una gota sobre la profesión de fe.

II, MONEDAS NO ANDALUSÍES

         El álbum se completa con tres dirhems. El primero y el tercero, fatimíes (fig. 1- 13 a y b, y 1- 15 a y b), fueron acuñados en Siyilmasa (Marruecos) en 290 H. Estas dos monedas son similares a ciertas fracciones de dirhems fatimíes de al-Azíz aparecidas en Elche (25). La primera, de 1´3 g y  20 mm , presenta en el anverso un punto central y 4 gráfilas concéntricas conteniendo la leyenda repartidas en tres orlas. El reverso es de similares características. El tercer dirhem pesa 1´4 g y tiene un diámetro de  23 mm . En el anverso se distinguen un botón central y cinco gráfilas concéntricas enmarcando las leyendas que se sitúan en dos zonas: la más interna, entre la 2ª y 3ª gráfilas, y la externa entre la 4ª y la 5ª. La tercera moneda (fig. 16-8 y 16 a-8) se acuñó en Irak en un año impreciso del s. IV H.¿366? En el anverso lleva la inscripción al-Mubaraka. Las leyendas de esta cara se reparten entre la orla circular enmarcada por gráfilas y la leyenda central repartida en cinco líneas. Igual distribución se da en el reverso, con la diferencia que la leyenda central se halla en cuatro renglones. Pesa 1´4 g y tiene un diámetro de  20 mm (fig. 1- 14 a y b).

III, OTRAS MONEDAS

           Aparte de las monedas del álbum, recogemos otras doce de plata. La metrología y otras lecturas sobre las mismas nos ha sido difícil precisar, ya que se guardan en una bolsa conteniendo once estuches con notas adicionales escritas sobre papel, materia ésta que nos ha impedido su observación directa. Son de los siguientes califas:


De Ab al-Rahmán III:

-1 de 339 H (20-6-950 al 8-6-951 d C.). Presenta en el reverso un círculo sobre la leyenda y una estrella bajo ella.

-1 de 343 H (7-5-954 al 26-4-955 d C.).

-1 de 348 H (14-3-959 al 2-3-958 d C.). El comienzo de la lectura del anverso es recto. No tiene gráfila interna.


De Al-Hákam II:


1 de 356 H (17-12-966 al 6-12-967 d C.). Tiene dos perforaciones bastas realizadas desde el anverso.

De Hisám II:


-3 de 366 H (30-8-976 al 18-8-977 d C.). Presentan recto el comienzo de la orla del anverso. Una se adorna con una gota arriba de la leyenda del reverso.

-1 de 370 H (9-8-978 al 29-7979 d C.). Lleva por adorno tres puntos en triángulo arriba de la leyenda del reverso.

-1 de 384 H (15-2-994 al 4-2-995).

-1 de 385 H (5-2-995 al 24-1-996 d C.). Presenta un círculo arriba de la lectura del reverso.

-2 con fechas ilegibles. Una de ellas se adorna con varios puntos en el anverso.


CONCLUSIONES


El tesorillo presentado constituye un depósito cerrado de dirhems califales escondido en un tiempo no muy posterior a 401 H. (1010-1011 d. C.), incluso puede que se ocultara ese mismo año, fecha de la emisión de las ¿seis? últimas monedas aparecidas. Fueron éstos unos años de revueltas e incertidumbres en que los beréberes arrasaban prácticamente todo al-Ándalus, habían bloqueado los caminos de acceso a Córdoba, cometido toda clase de tropelías y saqueado los pueblos campiñeses suministradores de artículos de primera necesidad a la capital sumiéndola en la más pura miseria, supra. La fitna continuaba entre los partidarios de Sulaymán y los de infortunado Hisám II que, desde su restauración (segundo reinado, 23 de julio de 1010 d. C., 400 H.), intentó evitar lo peor atrayéndose a los beréberes, quienes nunca perdonarían a los cordobeses los crímenes cometidos contra ellos ni la impiedad de sus moradores mientras ben Abd al-Chabbar (o al-Yabár) fue Califa (33). Sulaymán tomó Madinat al-Zahra y desde Secunda hostigaba a una Córdoba cercada, hambrienta y cuajada de miseria llegando sus gentes, incluso, a practicar la antropofagia (34). Al-Mustaín Billáh arrasó cuantos pueblos halló a su paso viéndose necesitados sus habitantes a buscar cobijo en Córdoba por temor a los bereberes. El visir de Hisám II, Wádih, intuyendo que el ejército y la población le eran hostiles, solicitó en nombre del Califa el armisticio a Sulaymán. Éste no aceptó. No se fiaba de Wádih por haber traicionado a al-Chabbar, pero tampoco los cordobeses pusieron de su parte prefiriendo morir antes que caer en sus manos. En Córdoba, temiéndose la deserción de Wádih, el general Wadda (o Wadaa) lo ajustició encargándose de la defensa de la ciudad. Por si fuera poco, ese mismo año, el Guadalquivir se desbordó inundando Córdoba pereciendo gran parte de sus habitantes (35). Ante este estado de cosas, nos hacemos las siguientes conjeturas: primero, que quien ocultó las monedas lo hizo de manera voluntaria; segundo, que quien las guardó conocía con exactitud el terreno, quizá por residir en una alquería de  La Cubertilla , incluso en el mismo Peñalosa, y su intención fue recuperarlas tan pronto como se calmara la situación; tercero, no es probable que el propietario de las monedas fuese un soltero, más bien debió constituir una familia; y cuarto, el dueño o dueños del tesoro quizá perecerían como consecuencia de las razias de Sulaymán o, tal vez, buscarían cobijo en un lugar que creyeron seguro refugiándose en Córdoba muriendo en la capital víctimas del hambre, de cualquier enfermedad o, incluso, a causa del desbordamiento del río. Ocurriera lo que ocurriese, el resultado fue que el tesorillo ha permanecido en el más completo anonimato por espacio de un milenio.

En cuanto a la metalistería, no nos consta que existiera numerario de cobre o bronce, ni dinares, ni fracciones monetarias de oro o plata, detalle, por otra parte, razonable. En el primer caso, no vemos lógico que se ocultaran feluses por dos motivos: primero, porque al tratarse de moneda de escaso valor, quien decidió la ocultación no lo estimó necesario pensando en su devaluación frente al resto del circulante de plata u oro, pilar del sistema monetario andalusí; segundo, en el Califato, época que se datan las monedas de Peñalosa, dejaron de acuñarse piezas en cobre y no se volvieron a emitir hasta el tiempo de los nazaríes granadinos (36). Por lo que respecta a los dinares, el que no aparezcan en el tesorillo se debió al reducido número de numerario circulante, al menos al comienzo del califato, ya que su emisión fue escaseando a medida que avanzaba el reinado de Abd al-Rahmán III, debido a la pérdida del control del Norte de África frente a los fatimíes (sólo aparece en el Gabinete de antigüedades de  la Real Academia de  la Historia un dinar acuñado en 340 H = 951 d C), aunque en tiempos de su sucesor, Al-Hakan II, se emiten de nuevo más dinares (37).    

NOTAS PIE DE PÁGINA

1.      En Las Cabezas y alrededores la huella humana se documenta desde  la Prehistoria , siendo sus materiales más abundantes a partir de  la Protohistoria hasta la época visigoda. El tesorillo que nos ocupa es un caso excepcional cuyo propietario debió ser un habitante de la aldea de  La Cubertilla. Aquí se han hallado cerámicas, monedas, objetos de tocador, restos de construcciones, etc. Vid. LEIVA BRIONES, F.: “Iliturgicola, ciudad ibero-romana. Cerro de Las Cabezas, Fuente-Tójar”. En Historia, Arte y Actualidad de Andalucía. Universidad de Córdoba, 1987. Idem.: “Reseña histórica de Fuente-Tójar” (1986). En Crónica de Córdoba y sus Pueblos I. Córdoba, 1989. Idem.: “El suntuoso monumento funerario de un personaje regio en Fuente-Tójar (Córdoba)”. Rvta. Fuente del Rey, nº 67. Priego de Córdoba, 1989. Idem.: Guía abreviada del Museo Histórico Municipal de Fuente-Tójar (Córdoba). Fuente-Tójar, 1990. Idem.: “Iliturgicola, 1ª parte”. En Rvta. Iliturgicola,  la Voz de Tójar, nº 2, 1991. Idem.: “Iliturgicola, II parte”. En Rvta. Iliturgicola,  la Voz de Tójar, nº 3, 1991. Idem.: “Una aproximación al ritual funerario ibérico” (1989). En Crónica de Córdoba y sus Pueblos, II. Córdoba, 1991. Idem “Existió en la zona de Fuente-Tójar algún santuario ibérico?” (1990). En Crónica de Córdoba y sus Pueblos, II. Córdoba, 1991. Idem.: “Nuevos yacimientos arqueológicos en las áreas de influencia de Las Cabezas y de  La Mesa de Fuente-Tójar” (1991). En Crónica de Córdoba y sus Pueblos, III. Córdoba, 1994. Idem.: “Nueva escultura zoomorfa en piedra aparecida en Fuente-Tójar (Córdoba). Carnero ibérico” (1993). En Crónica de Córdoba y sus Pueblos, III. Córdoba, 1994.

2.      Según Al-Idrisi, Tushar, Fuente-Tójar (qarya Tushar al-Ayn), se halla en la séptima parada de la vía que unía Córdoba con Granada camino de Almería. En el pueblo si se documenta la presencia musulmana con restos materiales (monedas, cerámicas, objetos de lujo...) y humanos (un cementerio).

3.      Agradecemos la gentileza a Doña Virginia Luque Gallegos por su colaboración al habernos transcrito el nombre de  Fuente-Tójar al árabe.

4.      Además de en  La Cubertilla , monedas musulmanas sueltas han aparecido en el término municipal de Fuente-Tójar en el Camino de Granada a la altura del paraje de El Jardín (un dirhem califal) y en el municipio varios feluses y un divisor de dirhem, monedas que se conservan en el Museo Histórico Municipal de  la Villa.

5.      GARCÍA CORTÁZAR, J.A. (1983): Historia de España Alfaguara II. La Época Medieval, pág. 55. Alianza Editorial. Madrid.

6.      SÁNCHEZ ALBORNOZ, C. (1974):  La España Musulmana I, pp. 319-320

7.      Si bien, siguiendo a PILAR CRISTÓBAL “... es falsa esta leyenda... quien inventó este cuento fue el clérigo Pedro Mauricio, en el s. XVIII. En Magazine El Mundo 154, pág. 38, domingo, 8 de septiembre de 2002).

8.      El del Guadalquivir en Córdoba, en un lugar próximo al reconstruido en 101 H -719-720 d. C.- sobre basamento romano, ya que éste se hallaba inservible. Vid. SÁNCHEZ ALBORNOZ, C. (1974). Op. cit., pág. 444.

9.      FROCHOSO SÁNCHEZ, R. (1996): Las monedas califales de ceca Al-Andalus y Madinat Al-Zahra, pp. 98-99. Córdoba, 1996.

10.  LIROLA DELGADO, J.; PUERTA VÍLCHEZ, J.M. y CARMONA ÁVILA, R. (1993): “ El tesoro de dirhemes de Los Lobicos (Priego de Córdoba): Una muestra de las acuñaciones de moneda califal omeya andalusí”. E. Rvta. Antiquitas, 4, pp. 67-80. Priego de Córdoba.

11.  FROCHOSO SÁNCHEZ, R. (2001): Los feluses de Al-Andalus, p 9 y ss. Córdoba.

12.  GARCÍA CORTÁZAR, J.A. (1983), op. cit. pág. 76.

13.  ARJONA CASTRO, A.(2001): En el “prólogo” de Los feluses de Al-Andalus, op. cit., pág. 8. Si bien el nombre de mancuso se refiere al dinar de oro puro acuñado en tiempos de al-Hákam II por su ministro Yafar, de ahí el nombre de mancuso  jafarí. Vid. La parte destinada a vocabulario.

14.  FROCHOSO SÁNCHEZ, R. (2001). Op. cit. pp 9 y ss.

15.  JUAN IGNACIO SÁENZ-DÍEZ ¿año?: ¿Las acuñaciones del Califato en el Norte de África?, pp. 17 y ss.

16.  FROCHOSO SÁNCHEZ, R. (1996). Op. cit, pp.11 y 19, y 26-36.

17.  CARMONA ÁVILA R. (2002): “Tesorillos de Los Lobicos (Priego de Córdoba) y Peñalosa (Fuente-Tójar). En Almanzor y su época. Catálogo de  la Exposición. Algeciras , 2002. E. p. Nuestro agradecimiento a don Rafael Carmona Ávila del Museo Histórico Municipal de Priego de Córdoba por su aportación al presente trabajo facilitándonos la foto de la olla. Según consta en el Libro de Registro del mencionado Museo, el 2 de noviembre de 1995 los señores A.M.H. y M.P.C. entregaron en dicha institución una vasija vidriada (nº registro: 95/68/1) y 38 monedas de plata –dirhems- (nºs de registro: 95/69/1 al 95/69/38), material procedente de Peñalosa (Fuente-Tójar).
18.  La incautación tuvo lugar el 12 de abril de 1996 y el depósito en el Museo Arqueológico provincial el 15. El 16, el autor del expolio se personó voluntariamente en el Cuartel de  la Guardia Civil de Priego e hizo entrega de 12 monedas más, halladas, también, en Peñalosa y que se encontraban en Alcalá  la Real (Jaén), éstas se depositaron en el M.A.P. al día s
ifales halladas en Fuente-Tójar”. En  Diario Córdoba, pág. 11. Decía así: “El Servicio para  la  Protección de  la Naturaleza de  la Guardia Civil SEPRONA de Córdoba, informado a través del personal del Museo Histórico Municipal de Fuente-Tójar del expolio acaecido tiempo atrás en el lugar denominado Peña Losa, próximo a la aldea tojeña de  La Cubertilla , ha procedido, tras haber recibido el correspondiente mandamiento judicial, a la incautación de 149 monedas de plata que M. P. C, vecino de la colindante población de Priego de Córdoba, tenía en su domicilio. Esos 149 dirhems forman parte de un total de unas 1.500 monedas que, en un estado de conservación excelente, se hallaban en el interior de una vasija de cerámica vidriada. El resto del material fue vendido o regalado  - en el periodo comprendido entre su aparición y la intervención de  la Guardia Civil- a varias personas residentes en diferentes puntos: Priego, Alcalá  la Real , etc. El tesoro expoliado es de suma importancia, no sólo por la cantidad de monedas aparecidas, sino porque a través de su lectura se observa que fueron acuñadas en diversas cecas durante el reinado de todos califas omeyas andalusíes permitiendo por esos datos establecer su cronología: siglos X y XI de nuestra Era, fecha, esta última, en que el tesoro fue ocultado debido al estado de cosas y a la inseguridad reinante en  la España Musulmana a consecuencia de la caída del Califato y la aparición de los reinos de taifas”.

19.  La primera hoja conserva 9 dirhems; la 2ª, 3ª y 4ª, 8; la 5ª, 7; la 6ª, 9; la 7ª, 7; la 8ª, 5; la 9ª, 7; la 10ª, 9; la 11ª y 12ª, 11; la 13ª, 4; la 14ª, 19; la 15ª, 18; y la 16ª, 9, de ésta, las tres últimas no son andalusíes. Nuestro agradecimiento a los siguientes miembros del Museo Arqueológico Provincial: a don Francisco Godoy Delgado (exdirector), a doña María Dolores Baena Alcántara (directora), a doña María Jesús Moreno Garrido (conservadora) y a doña Esperanza Parera Fernández-Pacheco (bibliotecaria).

20.  FROCHOSO SÁNCHEZ, R. (1996). Op. cit., pág. 26.

21.  Ibídem, pág. 29.

22.  Ibídem, pág. 30.

23.  LIROLA DELGADO, J.; PUERTA VÍLCHEZ, J.M. y CARMONA ÁVILA, R. (1993). Op. cit., pág. 76.

24.  FROCHOSO SÁNCHEZ, R. (1996). Op. cit., pág. 30.

25.  LIROLA DELGADO, J.; PUERTA VÍLCHEZ, J.M. y CARMONA ÁVILA, R. (1993). Op. cit., pág. 77.

26.  FROCHOSO SÁNCHEZ, R. (1996). Op. cit., pp. 35-36.

27.  Así aparece en sendas notas adicionales en el álbum.

28.  FROCHOSO SÁNCHEZ, R. (1996). Op. cit., pp. 37-38.

29.  Ibídem, pp. 38-40.

30.  Ibídem, pág. 40.

31.  Ibídem, pág. 67. Las monedas se acuñaron en M. Tarífat (380), M. Qurtuba (381) y Elota años 402, 403, 405 y 406 H.

32.  Según hemos comprobado. Vid. DOMÉNECH BELDA, C. (1990): “Revisión de un hallazgo de monedas árabes de Elche (Alicante). III Jarique de numismática hispanoárabe, pp. 231-242. Madrid, 1992.

33.  SÁNCHEZ ALBORNOZ, C. (1974). Op. cit., pág. 516 y ss.

34.  Ibídem, pág. 518.

35.  Ibídem, pág. 520.

36.  FROCHOSO SÁNCHEZ, R. (2001). Op. cit. pp 9 y ss.

37.  CANTO GARCÍA, A.; TAWLIQ IBN HÁFIZ IBRÁHIM y MARTÍN ESCUDERO F. (2000): Monedas andalusíes de  la Real Academia de  la Historia , pág. 27. Madrid.


VOCABULARIO EMPLEADO


Alfaquí (jurista-clérigo). Al-Mansúr (victorioso). Al-Muayyad Billád (el que recibe la asistencia victoriosa de Alláh). Al-Muzaffár (el Victorioso). Amán (paz). Amir al-mu´minin (Príncipe de los Creyentes). Al-Nasir li-din Alláh (el combatiente invicto por la religión de Alá). Beréber (grupo étnico de gentes de Marruecos, Argelia y Túnez). Caíd (jefe militar de una marca). Califa (entre los musulmanes el jefe que ostenta todos los poderes religioso, político y militar, Es considerado el descendiente de Mahoma). Ceca (casa donde se acuña la moneda). Cora (provincia civil). Dar al-sikka (casa de la moneda). Dinar (moneda de oro). Dirhem (moneda de plata). Fatimí (descendiente de Fátima, la hija del Profeta). Fitna (guerra civil). Hachib (visir, primer ministro). Hayib (jefe de la administración civil y militar). Hégira (emigración de Mahoma desde  La Meca a Medina, 22 de septiembre de 622. Es el comienzo de la cronología musulmana). Malik Karim (noble, rey). Malikí, maleki o maleqí  (escuela islámica que menos libertad dejaba a los creyentes). Mancuso (nombre dado en territorio cristiano a los dinares de oro puro acuñados en tiempos de al-Hákam II siendo su ministro Yafar, de ahí el nombre de mancuso  jafarí). Muslimes (musulmanes). Qadí (o cadí, juez supremo después del Califa). Qadí al-chama´a (juez de la comunidad). Qadí al-chund (juez de los chunds). Razia (incursión).  Rum (cristiano). Rumiyya (esclava cristiana). Sahib (gobernador, jefe, director). Sahib al-sikka (jefe de una ceca). Sahib al-shurta (jefe de policía). Sayf al-Daula (Espada del Estado). Sayyid (señor). Valí o walí (gobernador). Visir (ministro). 




LEIVA BRIONES, F. “Tesorillo hispano-musulmán de ocultación hallado en Peñalosa (Fuente-Tójar, Córdoba). En Crónica de Córdoba y sus Pueblos, IX, pp. 107-137.



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