Menu Principal:
Chavolas
El fin primordial, y que no es otro que hacer esbozar una sonrisa melancólica, jugar con la memoria de unas vivencias en "algunos de los casos". Esta pagina web en conjunto, quiere impregnar al usuario de un ambiente de melancolía y añoranza por una época y unas costumbres que muchos habrán conocido y que otros habrán contado, pero que ineludiblemente forman parte de la conciencia colectiva de este nuestro Pueblo.
Cuando pasa la guerra llegan los años de miseria, fatigas, y calamidades, recordados por nuestros abuelos y padres como los "Años Del Hambre"siendo la emigración en la mayoría de los casos un camino de esperanza para poder buscar el sustento de sus familias, siendo los lugares mas escogidos, Barcelona, Madrid, Alemania, etc, etc, etc. Son muchos los que aun lejos de su pueblo recuerdan y añoran sus costumbres, sus tradiciones y sus raíces. Algunos volvieron y con el dinero ahorrado repararon sus casas que los vio nacer a sus abuelos, a sus padres y a ellos mismos, pero hay otros que no volvieron, han pasado muchos años, y sus hijos ya tienen sus raíces echadas en ese lugar, pero les queda el consuelo que para un verano o unas navidades irán a pasar unos días.....quizás..si se puede? Pero ese verano y esas navidades no parece llegar, un año por una cosa y el otro por otra, los años van pasando, el cansancio de tanto años trabajando duro, muy duro, las dolencias, y las enfermedades hacen ya imposible volver a su pueblo, su querido pueblo. Para todos ellos un abrazo.
En el pueblo se conocen a los vecinos mas por sus motes que por sus nombres y apellidos, ya que quien de verdad Bautizaba era el pueblo, siendo algunos de estos apodos ingeniosos y graciosos, pero otros lo eran malintencionados, mordaces y ofensivos.
Los vestidos:
En el Pueblo es frecuente encontrarse a las personas mayores vestidos a la vieja y tradicional usanza. Las mujeres, con el amplio refajo de mucho vuelo, confeccionado en tela de dril o bayeta, una gran pieza de tela recogida a la cintura que al ajustar rizaba el tejido. Las mujeres usaban el refajo y debajo las enagua ``senagua´´ como en el pueblo se llama, hecha en una tela mas flexible adornada con encajes y bordados. Se sujetaba a la cintura por una amplia cinta y sobre la cabeza, se ponía la faltriquera, una especie de taleguilla o bolsa de tela donde se guardaba el dinero, el rosario y la llave, aunque esta por su peso y tamaño solía llevarse en la mano.
El completo del refajo era la ``chambra´´, una especie de blusa de largos faldones que se llevaba metida dentro del refajo, ya que el traje o vestido de cuerpo entero era usado en pocas ocasiones encima del refajo, era muy frecuente ponerse el mandil, y sobre los hombros, como prenda de abrigo se ponía la toquilla, pañoleta tejida con lana y hecha por las mismas mujeres, usando como prenda de mas vestir el chal.
El pañuelo:
Era otra prenda muy usada, tanto para protegerse del frió en invierno como del calor del verano, siendo preferentemente de color oscuro y si se había guardado luto entonces era de color negro, siendo imprescindible en la mujer casada o ya entrada en años, llevándolo incluso para estar dentro de la casa.
El peinado:
El peinado mas usual era el moño, hecho sobre la nuca, ya que la melena o el pelo suelto era usado por la niña o mujer joven.
Las medias eran tejidas por las mismas mujeres valiéndose de cuatro agujas, en lana, algodón o hilo, siendo el punto liso, calado o con relieve al que se le llamaba de "garbanzo". El color preferido solía ser el negro, haciéndose también en otros colores, al que se le decía de "calabaza". En acontecimientos importantes, la mujer usaba unos pendientes a los que se le llamaba "chorros" y también "saboyanas´´, como complemento y sobre el pecho llevaba un alfiler grande y al que se le decía "huevo frito". Para diario, el pendiente era mas sobrio y sencillo, un pequeño aro de oro mas grueso en el centro y al que se llamaba "morcilla".
Los hombres:
Solían vestir con pantalón de pana y chaleco de tela paten, color claro, la camisa de tirilla también en color claro y con rallas en tela de vichy.
A los padres, tanto a uno como a otro, se les decía de Usted, considerándolo una falta de respeto si se tuteaba. A los niños y jóvenes se les llamaba "zagales" y cuando ya había entrado en la adolescencia se decía que el niño o la niña se habia "vestido" y por tanto le correspondía el jornal de adulto, pudiéndose ya ser considerando como un hombre o una mujer.
Se utilizaba mas el calendario litúrgico que el civil, estableciéndose por los trabajos estaciónales de la tierra, así como por las fiestas y ritos correspondientes, por lo que era muy frecuente oír: "mi hijo se casara para San José" o "para la aceituna te terminare de pagar lo que te debo".
Antigua fuente (Lugar de abastecimiento)
Antaño como no había agua en las casas, por los que los vecinos teníamos que ir abastecernos con el agua del pilar. Al atardecer, las mozas con sus cantaros bajaban llenándolos con sus chorrillo que caía silencioso y temblón del caño, del cual se ponía un colador, para que así no pudiese pasar alguna sanguijuela. En el pilar, se entrevistaban con el novio o mozo de su preferencia, ya que las oportunidades de verse no eran muchas y estas había que aprovecharlas.
El otro pilar, que estaba a continuación servia de abrevadero a las bestias de labor y carga, así como a las manadas de cabras y ovejas.
Lugar donde estaban las Pilas de lavar
*Pilas de lava
(*aunque no corresponden a las de Tójar , le dan un gran parecido)
Jabón de lavar y tabla de lavar
Un poco mas abajo se encontraba las ``pilas de lavar´´, nombre que se le daba al lavadero publico donde con las canastas de ropa sucia, acudían las mujeres para lavarla, utilizando un jabón artesanal hecho por ellas mismas, a base de aceite de deshecho y sosa cáustica. Ala vez que lavaban la ropa, las comadres, comentaban y criticaban todo lo que sucedía y pasaba en el pueblo, haciendo una que siempre era la maestra de todas y que según ella todo lo sabia de ``muy buena tinta´´, ya que siempre estaba al tanto de los últimos chismes y acontecimientos, a veces, se enardecían las conversaciones discutiendo con ardor el suceso, porque mas de una vez algún que otro moño quedaba deshecho.
En las fiestas mas señaladas como Navidad, El Carnaval, y Semana Santa, se hacia y aun se hace los clásicos dulces,, hornazos, mantecados, magdalenas, etc, llevándolos al horno en unas grandes bandejas de lata donde se cocían.
Los noviazgos no solían ser largos, se pretendía por carta, haciéndola llevar mediante una persona de absoluta confianza y una vez que estaba formalizado, entonces se solicitaba ``Puerta´´ al padre de la novia y si este lo veía conveniente, entonces se concedía. Si la entrevista entre los novios era a primera hora, se hacia en la puerta y si era a una hora mas avanzada, en la ventana, siendo dos las que se concedían a la semana. Para asistir a reuniones , fiestas o bailes, la pareja de novios siempre debía de ir acompañada por algún familiar o amigo de confianza, ya que estaba muy mal visto que fuesen solos. Cuando la fecha de bodas estaba fijada, los padres del novio, hacían una visita a los consuegros, que invitaban con un pequeño refrigerio, llamándose a este acto la ``Pediura´´, intercambiándose los novios un regalo.
Unos días después, cuando faltaban pocos para la boda, al anochecer, en casa de la novia, se reunían las amigas, algún que otro familiar y la pareja de novios, y sentados en el corro se ``Abría la lana´´ que después serviría para llenar con ella el colchón nupcial. ``Abrir la lana´´ consistía en limpiarla de las semillas silvestres que se adherían a ella al caminar la oveja por los campos, operación que se hacia después de haberla lavado. Una vez que la casa del nuevo matrimonio estaba preparada, durante unos días se abría para enseñarla a vecinos, amigos y familiares, para que así pudiesen ver y comentar lo que cada uno de los novios aportaba.
l primer día de casados, la madrina era la encargada de llevar el ``chocolate´´, es decir, el desayuno a casa del nuevo matrimonio. Aunque no era muy frecuente, y solo lo mas privilegiados hacían el viaje de novios.
uando alguno de los novios era viudo el casamiento era motivo de mofa y burla, por lo que los vecinos recorrían las calles dando un singular y extraño concierto con cencerros e instrumentos improvisados, entonando canciones satíricas, llamándose a esto``dar la cencerrada´´.
Cuando ninguno de los contrayentes tenían medios económicos, entonces simplemente se juntaban, a lo que se decía ``El fulanico se ha llevado a la novia´´ o que ``El Frasquito y la Maria han juntado los lutos´´.
Radio de la época
En las largas y calurosas noches de verano, antes de hacer su aparición el transistor y la televisión, los vecinos sacaban unas sillas, se sentaban a las puertas de sus casas y formando corros unos con otros hacían tertulia hasta alta horas de la noche, habiendo siempre algún que otro abuelo que rodeado de chiquillos contaba relatos, cuentos y leyendas. Aún hoy en día se sigue esta bonita tradición de sentarnos los vecinos al fresco.
Labradores arando con una yunta
Humo brotando de una chimenea
En invierno y a la caída de la tarde, después de una larga jornada de trabajo, Hombres y mujeres volvían al pueblo. De las chimeneas comenzaba a brotar penachos de humo que, unidos unos con otros, formaban una neblina que se extendía sobre los musgosos y viejos tejados.
Cuando alguien moría en el pueblo se daba la ``Goni´´ que consiste en dar unas campanadas en la campana de la Iglesia del pueblo, y según los toques, se sabia si correspondía a una persona adinerada o no adinerada, y el precio también variaba según el estatus social. Por ejemplo, para una persona adinerada se daban trece toques y para una familia con menos recursos se daban doce, y para la familia con algo mas de recursos costaría dos duros, y para la de menos un duro. Hoy en día se sigue dando la ``goni´´ pero los toques y el precio es por igual para todos.
Cuando le llegaba la muerte a alguna persona, se le amortajaba, con las mejores vestimentas que el difunto o difunta tuvieran en vida, y se le cubría con mantilla de encaje negro el rostro del difunto para así no ver la expresión de tan estremecedor trance, rodeándolo con cuatro velas, creyendo que así se forma una barrera o suerte defensiva que los malos espíritus no puedan atravesar, cubriéndose los espejos de las casas con crespones negro, por creerse objetos de vanidad. Durante el velatorio, los hombres debían estar en distintas habitaciones a las de las mujeres ,y ya al filo de la media noche, siempre había algún familiar o vecino que entre los asistentes repartían tazones de caldo o café. Después del entierro, durante siete días y al anochecer se reunían familiares, parientes y amigos y se rezaba el Santo Rosario ofreciéndolo por el alma del fallecido. A la casa del fallecido iban acudiendo los vecinos que después iban al funeral, las mujeres vestidas de riguroso negro, y los hombres con el traje de los días festivos. Los lutos eran largos e interminables, durante cinco o seis años.
Las comidas habituales de antaño
El desayuno: El desayuno mas extendido consiste en rebanadas de pan tostado al rescoldo de la lumbre, por ambas caras, que se restriega con un diente de ajo y luego se junta con el aceite, acompañadas de café solo o con leche.
-
Almuerzo: El plato del almuerzo mas populares eran los potajes, lentejas y el cocido.
Merienda: Un hoyo con aceite, acompañado de chocolate y por encima se rociaba con azúcar.
Cena: la cena mas habituales era una especie de cocido de garbanzos. Se comía primero los garbanzos con su caldo y luego con el resto: carne, morcilla, chorizo y tocino, se hace la ``Pringa´´ que consiste en mezclar estos ingredientes, deshaciéndolos por presión con un trozo de pan, que se come a continuación; así se va pringando sucesivos trozos, hasta que se consume. Un guiso de pescado, torreznos (tocino frito) procedente de la matanza . Gazpacho majado que sea sustituido casi por completo por la preparación con batidora mecánica de esta manera da un sabor algo distinto. El guiso de patatas con bacalao, o bien el de patatas solas.
Postres: Los postres mas habituales eran la frutas del tiempo que producía la comarca, peras, granadas, naranja, el pan de higos, cuya base era este fruto calentado y desmenuzado en la sartén y mezclado con almendras o nueces picadas.
Objetos y mobiliario de antaño